¿Qué celebramos realmente en estas Fiestas Patrias? En estas fechas que nuestra identidad disfrazada de un patriotismo que se demuestra únicamente con banderas, escarapelas y un sinnúmero de productos rojiblancos. Entre el comercio bicolor y la pompa de instituciones gubernamentales, militares y privadas, se encuentra nuestro pueblo, que hoy conmemora la supuesta independencia de 1821, independencia que sólo favoreció a algunos, una clase dominante, la misma de los ideales colonialistas de la conquista, de las castas de poder republicano y la que hoy sigue los ritmos del capitalismo y el neoliberalismo.
Nuestro derecho a la libertad y la independencia se niegan por ejemplo cuando el actual gobierno aprista reprime la protesta social y popular. Cuando los faenones de los corruptos avanzan sin juicio ni castigo justo o cuando nuestro país continua teniendo el presupuesto más bajo en educación de toda Latinoamérica, siendo la educación verdadera herramienta de libertad.
Queremos compartir con ustedes este trabajo, donde retomamos nuestros símbolos patrios cuestionando el hambre, la injusticia, la falta de independencia que nos acompañan cada Fiestas Patrias. Es por eso que nuestras escarapelas llevan un mensaje. Nuestra intención es provocar una reflexión y acción sobre lo que verdaderamente significa la independencia, y si realmente somos libres como nación, como pueblo, como personas.
Hace cuatro años que empezamos a salir a las calles con este producto, con estas ideas que queremos compartir con ustedes, coincidiendo con tres años del gobierno aprista en el poder. Tres años de alza de precios en la canasta familiar, de venta del territorio amazónico y saqueo a nuestros recursos naturales que han generado incesantes conflictos sociales en todo nuestro país como los recientes asesinatos y desapariciones en Bagua. Y por supuesto tres años de justa y digna protesta, de constante resistencia y esperanza de nuestro pueblo.
Con esta propuesta salimos a las calles y subimos a los micros, para afianzar las victorias y persistir en la lucha por un pueblo verdaderamente libre. Un pueblo resistente y trabajador como el nuestro no se cansa fácilmente. Somos definitivamente, un pueblo llamado a organizarse para generar el cambio y construir un mejor porvenir.
Largo tiempo los peruanos y las peruanas, seguimos forjando nuestra histórica lucha contra toda opresión.
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